En el sur de Chile crece un pequeño tesoro de color púrpura intenso: el maqui. Esta fruta nativa, no solo es símbolo de biodiversidad, sino también uno de los superalimentos más potentes del mundo en términos de antioxidantes y propiedades antiinflamatorias.

¿Qué lo hace tan especial?
Los estudios muestran que el maqui contiene hasta 300 % más antocianinas y 150 % más polifenoles que cualquier otro alimento o bebida conocidos, incluido el vino tinto. Estas cifras lo posicionan como un verdadero escudo natural contra el envejecimiento celular y los daños provocados por los radicales libres.
El maqui es particularmente rico en un tipo de antocianina llamada delphinidina, conocida por su potente acción antiinflamatoria. Este compuesto ayuda a reducir la inflamación crónica, un factor silencioso que está detrás de enfermedades como artritis, diabetes tipo 2, enfermedades cardiovasculares e incluso ciertos tipos de cáncer.
El maqui no es solo un superberry, es una oportunidad para incorporar salud, ciencia y origen en cada producto.